El Despertar del CORONAVIRUS COVID-19
Como líderes cristianos, en lugar de dejar que reine el pánico en nuestras mentes, debemos retomar la Palabra de Dios y sus promesas que dicen que, todo lo que nos acontezca resultará en nuestro bien. Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
1) El CORONAVIRUS vino a Despertar Nuestras Conciencias
En primer lugar, esta situación mundial del coronavirus vino para despertar, despertar nuestras conciencias. Parece que vivimos en un continuo dormir. Aletargados, socialmente enajenados, como atontados, tecnológicamente hipnotizados y mentalmente entumecidos. Pero a través de esta situación se escucha un urgente llamado:
Efesios 5:14 «…Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo…»
Este despertar está provocando integración familiar, lo que no había sido posible de otra manera, está sucediendo ahora, esto está logrando acercarnos y unirnos más. Ojalá lo entiendas y no lo desaproveches ni sea una cosa temporal. Despierta, levántate, deja de ser un muerto viviente más, un esclavo del sistema, una máquina de producción laboral, tu salud es primordial, tu familia es prioridad.
2) El CORONAVIRUS Vino a Sacudir Nuestra Comodidad
En adición, otra de las consecuencias positivas del coronavirus y toda esta situación mundial, es que esto está sacudiendo nuestra comodidad, nos está desafiando, nos está poniendo a prueba, nos está impulsando a dejar de quejarnos por pequeñeces, porque no poseemos esto o aquello, porque no tengo lo que tiene este o esta. Muchas veces necesitamos que algo nos persiga para que cambiemos de vida, para sacarnos de la zona de confort y mostrarnos que nos hemos conformado dentro de nuestra burbuja, mientras afuera otros sufren una realidad muy cruda.
A veces nos pasa como al antiguo pueblo de Israel, llegaron al punto en que se acostumbraron a ser esclavos (Números 11:5), tuvieron que ser duramente maltratados para anhelar el cambio. Te pido que no te conformes a sufrir en el mismo estado, sal de allí, sueña, lucha y corre hacia la libertad. Por eso vino Cristo, para libertarnos de la esclavitud del mundo, el diablo y el pecado, no permitas que tu estilo de vida haga parecer que su sacrificio por ti fue en vano.
3) El CORONAVIRUS Vino a Provocar un Re-encuentro con Dios y con Nosotros Mismos
Es lamentable por los que se nos han ido, pero si tú estás leyendo esto significa que tú tienes un segundo chance para enderezar tus pasos y regresar al camino. Si estás vivo Dios tiene un plan de salvación contigo. Escucha detrás de tanto revuelo el llamado, estás a tiempo de hacer los cambios necesarios. Aunque te sientas como hijo pródigo, vuelve a casa con papá, con los brazos abiertos te espera tu padre celestial (Lucas 15:11-32).
4) El CORONAVIRUS Vino a Instarnos a Reconocer que en la Naturaleza no somos «el rey«
Otra de las consecuencias positivas del coronavirus es que esta situación nos está obligando a reconocer que en la naturaleza no somos el rey, pues un insignificante bicho te puede destronar. Un animalito te puede bajar del pedestal. Este es un llamado a que volvamos a la humildad. A veces nos creemos lo máximo, nos sentimos en la cúspide olvidando que sobre el alto vigila uno más alto, quizá esta situación sirva como jarabe para bajar los altos niveles de soberbia, orgullo y prepotencia, un remedio anti-ego. Y entonces volver a la senda de la humildad, la sencillez y la modestia.
5) El CORONAVIRUS Vino a Instarnos a Aprovechar al Máximo el «Hoy»
Adicionalmente, otra de las consecuencias positivas del coronavirus es que esta situación mundial nos insta a aprovechar al máximo el hoy porque el mañana es demasiado incierto. Haz planes como si fueras a vivir 100 años, pero vive como si te quedarán menos de un año. En cualquier momento pueden llamar tu vida a cuentas, ¿estás preparado?,
¿De qué le sirve al hombre si ganare todo el mundo pero pierde su alma? (Mateo 16:26)
Esta situación global nos lleva al siguiente punto.
6) El CORONAVIRUS Vino a Recordarnos que No Somos Eternos
Estos acontecimientos nos están recordando que no somos eternos, ya que frecuentemente lo olvidamos, pero he aquí un llamado a ser conscientes de la brevedad de la vida. Es necesario invertir el tiempo en lo importante y no malgastarlo en trivialidades.
Así que una de las consecuencias positivas del coronavirus es que este bicho nos está recordando que no vale la pena malgastar la vida en resentimientos, celos y envidia. No pierdas el tiempo en tonterías odios y rencillas. Por favor, no desperdicies tu vida. No llenes tu mente de basura, chismes e intriga. Indirectamente, en mucha gente, esta situación está despertando ese buen samaritano, está trayendo una dosis de comprensión, amor al prójimo, afecto y compasión.
7) El CORONAVIRUS Vino a hacer un Llamamiento al Arrepentimiento
Finalmente deberíamos tomar esta situación como un llamamiento al arrepentimiento. No a un pasajero remordimiento, si no a un cambio verdadero.
Esta situación nos está sensibilizando, está creando conciencia de nuestra fragilidad humana, a muchos nos está aterrizando, nos está llamando, volvamos la mirada hacia Dios, somos nada sin el Señor. Porque separados de Él nada podemos hacer (Juan 15:5) Sencillamente ese virus nos recuerda que somos polvo. Después de unos pocos días de muertos, nos volvemos comida de gusanos, así que no es en esta tierra donde deberíamos enraizarnos, no, asegúrate que tu mayor tesoro está en los cielos.
CONCLUSIÓN
La situación mundial del coronavirus vino a retar nuestra capacidad de sobreponernos en unidad ante la adversidad. Realmente esta situación es un entrenamiento, porque todos sabemos lo que advierten para el fin de los tiempos las profecías. No se trata de ser terroristas, sino de crear conciencia de la necesidad de arreglar cuentas con el cielo y con la tierra y de preparar nuestras vidas.
No es tiempo de acomodarnos demasiado aquí en la tierra, es el tiempo de acomodar espiritualmente nuestras maletas. Está por comenzar el último viaje, así que examina tu equipaje.
Marantha, Cristo regresa pronto por su iglesia. 1 Corintios 16:22
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