PADRES E HIJOS – EDUCAR CON EL EJEMPLO: DESAFÍO DEL HUEVO PARA PADRES Nº 10
Lo prometido comunidad MasLideres, ya está aquí el décimo desafío. La tercera parte de los 10 desafíos del huevo.
Parte 1 (Desafíos del 1 al 8) y Parte 2 (Educación y Sexualidad)
En esta ocasión, abordamos el reto de educar, más allá de un modelo teórico, un modelo practico.
PREDICAR CON EL EJEMPLO – LOS HIJOS OYEN, ELLOS VEN
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El verdadero reto es predicar y enseñar con lo que practicamos y vivimos. Porque al fin y al cabo no somos lo que decimos, somos lo que hacemos.
Nuestras palabras pintan ideales, nuestros hechos construyen realidades.
Entonces, el reto es respaldar con hechos nuestros dichos.
Mostrarle a nuestra familia coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.
Por esta razón el ADN y la pre-determinación genética no son tan poderosos como la influencia de un mal ejemplo. La descontrolada situación social que se vive en ciudades y países no es fruto de la casualidad. Nuestros hechos trascienden más que nuestras palabras.
Por eso el camino más peligroso para perjudicar un hijo se llama hipocresía.
La forma más directa de mandar un hijo al infierno es llevar una doble vida.
Según las estadísticas, la mayoría de delincuentes se inician en la propia familia.
La otra alternativa para crear maleantes es abandonarlos sin un verdadero referente.
Vamos a desglosar esto de manera clara, al grano como dijo el dermatólogo:
Tus hijos difícilmente aprenderán el valor de la honradez, si tú eres un padre deshonesto.
Amarán la vida fácil si no vieron en ti ese referente de varón esforzado y valiente.
No asimilarán la integridad si los pasos que siguen, o sea los tuyos, no caminan en rectitud.
Es decir, con dificultad caminará en rectitud si lo único que le enseñaste fue el malicioso arte de los atajos torcidos.
Les costará vivir con equidad si tú no eres alguien ecuánime e imparcial.
Le costará practicar la justicia si eres un padre permisivo de lo ilícito, el soborno, la corrupción y el fraude.
Difícilmente cosechará virtud si todo lo que le mostraste fue indecencia e inmoralidad.
No aprenderá a valorar la familia si a ti te da igual abandonar el matrimonio y tirar a la deriva la responsabilidad del hogar.
Tu hijo no desarrollará sentido de pertenencia si a ti te da lo mismo desbaratar y jugar con lo que no es tuyo.
Tus hijos no serán buenos administradores si tú eres un padre descuidado y despilfarrador.
Tus hijos no aprenderán el valor de lo realmente importante y trascendental, si tú eres alguien postizo, vanidoso y superficial.
Los hijos difícilmente hablarán bien de aquellos a quienes sus padres criticaron y pisotearon la reputación. Por eso no guardarán respeto a quienes sus padres difamaron, murmuraron, calumniaron y chismosearon.
Para que ellos sean hijos de mucha prudencia, cordura, y sensibilidad debes enseñarles con tu prudencia, debes cuidarte de la ligereza de palabras, la falta de sabiduría y tacto, la indelicadeza de comentarios, la incontenibilidad de lengua y la falta de dominar tu ira y sujetar tu ímpetu.
Ellos serán hombres de bien y verdad, de franqueza y sinceridad si tus pasos no los condujeron por la senda de un padre falso, doble e hipócrita.
A muchos hijos les cuesta asumir el valor de la lealtad, pues lo único que han aprendido de sus padres es infidelidad, traiciones, líos y enredos amorosos.
Toma Iniciativa – Vamos a la Acción.
Papá, valórate, tus hijos carecerán de una autoestima saludable, una identidad genuina si tú eres un guía sin sólida personalidad, cuya imagen de sí mismo como un renovado hijo de Dios no termina de salir de la culpabilidad, los complejos y la frustración.
Les costará la diligencia si es eres un padre holgazán, negligente y perezoso. Pero, por el contrario, tus hijos serán sanos si son sostenidos por la influencia de un padre que no fue mal ejemplo como vicioso, mañoso, vago y ocioso.
Ellos no serán individuos violentos o agentes antisociales si tus pasos no los guían por el camino de la opresión y los despeñaderos del abuso de un padre áspero, cruel, arbitrario, severo y tirano.
Para que ellos sean caracterizados por la serenidad, un espíritu apacible, un carácter de conciliador familiar y pacificador social tú no debes ser un padre caracterizado por la hostilidad, la agresión y las actitudes ofensivas.
Para que sean chicos llenos de entusiasmo, pasión, empatía y afecto tú no debes ser un padre déspota, aburrido, apático, indolente, frio e indiferente.
Pero se les dificultará ser creyentes llenos de fe y optimismo si tú eres un padre pesimista y escéptico.
Por el contrario, tus hijos tendrán esperanza en el futuro, no les asustará lo porvenir, ni les angustiará el mañana ya que no tiene un padre esclavo del ayer, melancólico, deprimido y encadenado por el pasado.
A tus hijos les costará amar y perdonar si tú eres un padre resentido, lleno de odio, amargura y rencor.
Finalmente, a las buenas o a regañadientes, tus hijos oirán todo lo que tú digas, pero reproducirán tu ejemplo, pesará más la influencia de lo que tú hagas.
Sube la montaña con toda la confianza que aunque tú un día te vayas, allí quedará la influencia de tus huellas. Padre, ese es tu desafío dejar huellas, huellas profundas, huellas dignas de imitar. Deja huellas que hablen por ti aún después de tu partida.
Les recuerdo los enlaces para los temas de hijos adolescentes y jóvenes:
Los 10 Mandamientos del Noviazgo
Los 21 Errores del Noviazgo
La Matemática del Noviazgo
Las 5 leyes Matemáticas del Noviazgo
Las 7 Preguntas más delicadas del noviazgo antes del matrimonio
Las 5 Dimensiones del Noviazgo
3 Claves Básicas para Conocer la Voluntad de Dios
¿Qué otros puntos deben tomarse en cuenta para liderar nuestro hogar con el ejemplo?
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Así hemos terminado esta travesía de el ascenso a la montaña, pero el Desafío continua.
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Walter R. Agualimpia